Por: Daniel Lobos Jeria, Licenciado
Historia Universidad de Playa Ancha
Correo electrónico: daniel3fer@gmail.com
Thoth |
Thoth es el dios
de la luna, es una divinidad a la que se le ha atribuido la sabiduría, la
invención de la escritura y la música, así como el dominio de los conjuros y
los sueños (por nombrar solo alguno de sus poderes). Este misterioso dios fue
Dyehuty para los egipcios, los griegos lo conocieron como Thoth, su analogía en
los griegos fue Hermes y fue conocido como Mercurio en el mundo romano; el
ocultismo, en tanto, le ha llamado Hermes Trismegisto, del cual se señala ha
derivado el hermetismo u ocultismo. Otros nombres dados a este dios fueron "Toro
de las estrellas", "Aton de plata" o "Señor del
Tiempo". Dyehuty o Dyehut fue un nomo del antiguo Egipto; de ahí proviene
su nombre original, que significa "El de Dyehut", aquí se encuentra
la “Casa de la Vida” regida por Thoth. El lugar también fue conocido por los
griegos como Hermópolis Magna en alusión a su analogía con el Hermes griego.
Thoth es un ser antropomórfico;
la estética de su cabeza se la debe al ibis, un ave del orden pelecaniforme
sagrada tanto en Dyehut como en sus alrededores; el otro animal sagrado de este
nomo era el babuino, por lo tanto, también se le ha representado con los
atributos de ese animal. Actualmente el ibis, que era un ave tan simbólica en
el antiguo Egipto, no se encuentra en las márgenes del río Nilo sino a 2.400 kilómetros
al sur, en territorio sudanés.
La imaginería ha
esculpido, tallado o pintado a Thoth portando una pluma y una tablilla, ambos símbolos relativos a su poder sobre las
palabras, a veces es retratado con un disco lunar sobre la cabeza, también en
ocasiones aparece portando una balanza que sirve para pesar el corazón, los
actos, los pensamientos y las almas de los hombres en el “juicio de Osiris”,
aunque tal operación, en el Libro de los Muertos representado en
el Papiro de Hunefer, es llevada a cabo por el dios de la muerte,
Anubis. También en algunas representaciones se le puede ver portando el ankh
o "llave de la vida".
Thoth fue un
dios lunar que tenía la habilidad de controlar el tiempo y el espacio; además,
se le atribuye la creación del calendario ya que era considerado el dios de las
medidas exactas, facultades muy importantes para una cultura que estaba
acostumbrada a cuantificar todo. Según Platón, en su Fedro, se decía que
Thoth había inventado la aritmética, el calculo, la geometría y la astronomía. Con
respecto al control del espacio, era este un dios que conocía todos los
trazados y trayectorias, era considerado un verdadero arquitecto, incluso se
puede estimar esta función creadora en un extracto del himno a Thoth:
“El
mundo apareció en los labios de Thoth cuando este despertó en el seno de Nun, el Abismo originario” (1)
La creación por medio de la palabra y el acto también
se puede apreciar en otras religiones, como la judía.
La atribución de
controlar el tiempo por parte de Thoth era muy importante en Egipto, ya que al
ser una civilización que dependía de la crecida del Nilo para la obtención de
recursos, debía dominar muy bien los ciclos de mayor o menor caudal de este río.
Por ello, Thoth también ostentó el título de "Regulador de las crecidas de
las aguas".
En lo político
administrativo tiene una gran importancia, ya que es una deidad que tenía la
capacidad de dirigir y organizar, era una especie de ministro, un auténtico
modelo para los visires en la época faraónica. Thoth, al ser el dios de la
sabiduría, es el que guiará a los dioses (y posteriormente también a los
faraones que tenían ese rango) a tomar buenas decisiones. Este dios, como si de
un secretario también se tratase, administraba tanto las ordenanzas que los
dioses estipulaban como también las reuniones que estos necesitasen, organizaba
los títulos de propiedad y también los impuestos o los años de reinado de cada
faraón. Todos estos hechos quedaron registrados de mano del propio Thoth en la “Sala
de las dos verdades” que era donde se llevaba a cabo el juicio a los muertos.
Thoth es un dios
de las comunicaciones; en esto está muy a la par con el Hermes griego, ya que
se le atribuye la invención del lenguaje y de las palabras, por lo que es el
representante del logos. Como creador de la escritura será el modelo de
todo escriba, e incluso la tradición lo señala como el escriba personal del
dios Ra: en el Libro de los Muertos se puede apreciar a Thoth haciendo
de escribano, con la misión de recitar al difunto su confesión negativa, es
decir, no lo que ha hecho sino lo que ha dejado de hacer. (2) A Thoth también
se le atribuye la autoría de mas de 36.000 libros, según el historiador egipcio
Manetón; además, hay un texto conocido como el Libro de Thoth donde el
dios de la sabiduría da varios consejos a través de conversaciones con un
discípulo –se cree que este texto es tardío, probablemente del siglo II del
periodo heleno, cuando los Ptolomeos regían en este país–. Thoth también está
relacionado con las artes: se atribuyen a este dios cualidades musicales, y se
cree que fue el inventor de la lira.
Como guardián de
la palabra, será la deidad que codifique las ceremonias fúnebres a un lenguaje
oculto solo legible para los sacerdotes iniciados, ya que se cree que Thoth
administraba fórmulas y hechizos que transformaban a los muertos en espíritus o
liberaba del mal a los que quería beneficiar –se debe recordar que la religión
egipcia era esencialmente mágica, como todas las religiones antiguas, hasta la
llegada de la racionalidad con el budismo o de la espiritualidad con el
cristianismo (3)–. El dominio de la palabra es muy importante para el quehacer
mágico, por lo tanto, Thoth era una deidad que tenía la potestad de transmutar
elementos materiales y espirituales., se cree que con el poder de su palabra
pudo revivir a Osiris, uno de los dioses principales del panteón osiriano, esposo
de Isis y padre de Horus.
Thoth no siempre
fue un dios popular, ya que en el Egipto clásico hubo una lucha permanente
entre dos sistemas religiosos: uno solar, donde encontramos dioses como Ra,
Amon o el Aton de Amenofis IV (Akenatón), y el otro osiriano, al cual
pertenecía Thoth (4); esta última era una religión funeraria, creada por y para
una minoría dominante que tenía suficiente tiempo como para ocuparse de la
magia, los espíritus o el inframundo, pues tenía cubiertas las necesidades
básicas de la vida material. No obstante, se puede encontrar un sincretismo
entre el panteón osiriano y el solar, ya que el mismo Thoth secundó a dioses
solares como Aton y Ra, tal como lo sugieren estos dos títulos "Aton de
plata" (representando a la luna o “sol de la noche” en contraposición de
Aton que representa el disco solar) y "Toro de las estrellas" (por representar
la mente y sabiduría de Ra o como ya se señalo ser el escriba de este dios
solar).
El panteón
osiriano fue favorecido en su culto central a partir de la dinastía I desde el
legendario faraón Menes (5), hasta la dinastía XVII, cuando la influencia de Thoth
cae con la llegada de Ramses I y Seti I al poder, hacia 1.325-1.100 a .C. De hecho, en los
mismos nombres de estos faraones se evidencia una orientación en favor de
dioses como Ra, Seth y Ptah, dioses del norte en reemplazo de Amon y Thoth, que
son dioses del sur y que anteriormente habían sido favorecidos por reyes tan
poderosos como los Tut-mosis (forma helenizada del nombre de estos faraones que
en forma original son conocidos como los “Dyehuthy-mes” o engendrado por Dyehuty)
y los Amen-hoteps. En el periodo grecorromano Thoth tuvo un pequeño auge como
la demuestra su templo en Qas-el-Aguz cerca de Tebas.
Desde el punto
de vista esotérico (dejando de lado los sistemas religiosos y el patrocinio
faraónico), Thoth es representante de un principio de correspondencia con los
dioses solares, ya que en su calidad de dios de la luna no era considerado
inferior al sol, sino su complemento. En el Libro de los Muertos Thoth y
Ra estos llegaban al “más allá” a través de la barca del sol que representaba
al dios Ra, la cual iba cargada de víveres y otros elementos esenciales para la
vida; en cambio, la forma de la barca representa al símbolo lunar, se asimila a
la luna en un estado de cuarto creciente acostada (además Thoth acompañaba con
frecuencia a esta barca) por lo tanto se trataba de la unión de las dos
luminarias. En la concepción egipcia el Sol es seco y caliente, y representaba
un principio masculino, en tanto la luna era representante de lo femenino al
ser húmeda y fría, lo cual nos recuerda al principio del Yinn y Yang del
esoterismo chino. (6)
En el panteón
egipcio cada dios tenía una contraparte femenina: en el caso de Thoth esta era la
diosa Maat, que también simboliza el orden de todo lo creado tanto material
como espiritual.
Siguiendo la línea
esotérica, se ha señalado que la mitología egipcia tiene una concepción mucho más
antigua que el Egipto histórico y dinástico y tiene su origen en los
sobrevivientes atlantes que fueron los fundadores de la cultura egipcia hace
40000 años a. C. Se ha señalado que Tehuti (Thoth) es un atlante que fundo el
culto público de los dioses egipcios y restauró en Egipto el esplendor de los
misterios atlantes. (7)
Thoth ya no
existe como objeto de culto, pero actualmente llama la atención la figura de
Hermes Trismegisto (“el tres veces grande”), una enigmática figura ligada por
sincretismo al dios cabeza de ibis, autor de libros de ocultismo como el Corpus
Hermeticum (serie de textos sobre la creación del mundo), la Tabla de
Esmeralda (breve escrito que revela el secreto de la sustancia primordial y
sus transmutaciones) y El Kibalión (tratado elemental sobre los siete principios
de la naturaleza) cuyos secretos mágicos
o el acto de curar a los enfermos y resucitar a los muertos fueron estudiados
por los alquimistas de la edad media y más tarde por figuras tan polémicas como
Cagliostro o Saint-Germain(8), así como por los Rosacruces, la masonería y los
estudiantes de la Cábala.(9)
Bibliografía
Consultada:
1. Egipto, el
Espejo del Cielo. Inés M. Martín, Rubén González. E-Book
2. El Libro de los Muertos. Introducción de Juan B. Bergua. Clásicos Bergua 1967 Pág. 54
3. El Libro de los Muertos. Pág. 51
4. La Cultura Egipcia. John A.
Wilson. Fondo Cultura Económica 1953. Pág. 105
5. Dioses, Templos y Faraones. Volumen
I. John Baines y Jeromir Málek. Ediciones Folio 1993. Pág. 32
6. El Libro de los Muertos. Pág. 60
7. Antiguos Ritos Místicos. C. W.
Leadbeather. Ediciones Océano /Abraxas 1999 Pág. 33
8. El Libro de los Muertos. Pág. 51
9. Antiguos Ritos Místicos. Pág. 24
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Otras Fuentes:
1) Rosa Thode
1997-2014 La Tierra de los Faraones
www.egiptologia.org
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