domingo, 6 de diciembre de 2015

Sacrificio


Por: Antonio Justo, Licenciado en Historia, especialista en Historia Antigua y Máster en Ciencias de las Religiones por la Universidad Complutense de Madrid.


Correo electrónico: antoniojusto@hotmail.com



Descripción de contenidos



El trabajo busca hacer un análisis del acto religioso del sacrificio desde una doble perspectiva fenomenológica y antropológica, centrándose en la concepción de lo sagrado que está presente en el sacrificio. Para este estudio se parte de las teorías sobre lo sagrado de autores como Rudolf Otto, Mircea Eliade y Juan Martín Velasco para analizar las interpretaciones sobre el fenómeno del sacrificio en las obras de autores como Henri Hubert, Marcel Mauss, y especialmente René Girard. El trabajo está dividido en dos partes, este mes mostramos la primera.



Introducción



Rudolf Otto
En este ensayo se analiza el fenómeno del sacrificio desde la doble perspectiva de la fenomenología y la antropología. El sacrificio representa una manifestación dual de lo sagrado que se expresa bien en la idea de la ambigüedad de lo numinoso de Rudolf Otto, es decir una contradicción que provoca horror y atracción, causa de todos los males y de todos los bienes, algo a la vez tremendo y fascinante, maléfico y benéfico, veneno y antídoto. En el sacrificio la idea de la sustitución es fundamental, habiendo una víctima inocente que de alguna manera paga por culpables. Es una paradoja por el carácter sagrado de la víctima, ya que es criminal matar a la víctima por ser sagrada pero la víctima no sería sagrada si no se la matara.

El sacrificio ha estado presente en diversas culturas a lo largo de la humanidad bajo diferentes formas pero la idea de lo sagrado siempre ha sido la misma. Así lo entienden autores como René Girard, quien considera que el origen de lo sagrado está en la violencia, entendiendo que la violencia permite mantener la cohesión social del grupo y sirve para poner fin a otro tipo de violencia como pueden ser las venganzas entre familias o clanes tribales. De esta forma el sacrificio representa la idea de sustitución en la que una víctima inocente sustituye a los culpables y muere para salvar sus vidas, como se entiende en el sacrificio de Cristo a favor de la humanidad. Se trata en definitiva de encontrar un chivo expiatorio que actúe para el bien de la sociedad.

Para la redacción de este ensayo se han tomado como referencias bibliográficas sobre todo el capítulo primero de la obra de Girard La violencia y lo sagrado, que trata sobre el tema del sacrificio en general. También se ha tenido en cuenta la obra de Juan Martín Velasco Introducción a la fenomenología de la religión en los capítulos que hacen referencia a la idea de lo sagrado en René Girard y al sacrificio, así como las conclusiones de la obra de Marcel Mauss y Henri Hubert de El sacrificio. Para el análisis del fenómeno sacrificial se ha tomado como referencia sobre todo la idea de lo sagrado de la obra Rudolf Otto Lo santo.



Lo sagrado en el sacrificio



Siguiendo a Martín Velasco, según la idea de lo sagrado de René Girard el origen de lo sagrado se encuentra en la violencia como se puede observar en el acto del sacrificio. El punto de partida estaría en la rivalidad entre sujetos que desean o ambicionan algo. De esta forma para poner fin a esta violencia se debe recurrir también a la violencia tal como lo entiende Girard, pero una violencia inconsciente que se oculta. Para evitar las reacciones violentas que amenazan a la cohesión social del grupo se debe recurrir a una víctima inocente ajena al grupo que no sea susceptible de provocar nuevas venganzas. Esta víctima es temida y venerada a la vez, representa lo tremendo y fascinante de lo numinoso según Otto y Girard considera que es el origen de lo social y cultural.

El recurso de la violencia para poner fin a la violencia en el sacrificio es algo que se trataría de ocultar humanizando el ritual para convertirlo en algo inconsciente. Según Girard la visión de los Evangelios sobre la muerte de Jesús trataría de ocultar esta idea del sacrificio. La ocultación se observaría en el mensaje de rechazo a la violencia por parte de los Evangelios después de la experiencia de la crucifixión de Jesús que representa el recurso de la violencia para poner fin a la violencia, es decir el sacrificio de Cristo para salvar a la humanidad de sus pecados. La visión no sacrificial de la crucifixión por los Evangelios se habría convertido según Girard en una visión sacrificial siguiendo una tradición sagrada ya existente en la tradición del Antiguo Testamento.

Mircea Eliade
Sobre el pensamiento de Girard autores como Martín Velasco critican el enfoque excesivamente social que hace de la idea de lo sagrado en el sacrificio. Según Martín Velasco partir de la violencia como origen de lo sagrado para reforzar la cohesión social del grupo y evitar la violencia dentro del mismo es un planteamiento claramente reduccionista a pesar de la importancia del sacrificio como un acto de un valor indudablemente religioso. Martín Velasco entiende el sacrificio como un medio de comunicación entre las esferas de lo sagrado y lo profano a través de un intermediario que sería la víctima sacrificial. El oferente representaría el plano de lo profano y la divinidad el de lo sagrado, permaneciendo ambos planos en oposición uno de otro según la concepción de lo sagrado de Mircea Eliade.[1]

Existen diversas formas de sacrificio que representan diferentes grados de aproximación a la divinidad o lo sagrado. En este sentido Martín Velasco distingue tres formas de sacrificio: el ofrecimiento de dones, la expiación y la comunión sacrificial.[2]El ofrecimiento de dones representa una voluntad de entrega a la divinidad de unos presentes pero no con la intención de obtener unos beneficios después, sino para alcanzar una mayor unión con la divinidad. En la expiación se experimenta una mayor distancia respecto a la divinidad. En este caso la víctima sustituye a todos los que participan en el sacrificio para salvarles. La distancia con la divinidad es mayor, en una sensación de “polvo y cenizas” ante lo misterioso según expresión bíblica de Abraham que recoge Otto en su definición de lo numinoso. En la comunión sacrificial se experimenta una mayor unión con la divinidad que con el ofrecimiento de dones. Esta unión se puede presentar bajo la forma de un banquete que es compartido con la divinidad o bien es la propia divinidad la que es comida por los fieles a través de una víctima.

En base a sus diferentes formas el sacrifico ha sido criticado por dar gran importancia al plano exterior frente al interior. Así fue criticado el sacrificio bíblico por los profetas de Israel y el sacrificio védico por los reformadores budistas según Martín Velasco. A pesar de estas críticas en el sacrificio está presente la actitud del fenómeno religioso a través de la unión con la divinidad del ofrecimiento de dones y la comunión sacrificial para alcanzar la salvación, y la idea de desproporción frente a la divinidad con la expiación para poder purificarse de los pecados. Continuará…



Bibliografía

ELIADE, M. (2005). Lo sagrado y lo profano. Barcelona: Paidós.

GIRARD, R. (2012). El sacrificio. Madrid: Encuentro.

GIRARD, R. (1983). La violencia y lo sagrado. Barcelona: Anagrama.

HUBERT, H. y MAUSS, M. (2010). El sacrificio: magia, mito y razón. Buenos Aires: Las Cuarenta.

MARTÍN VELASCO, J. (2006). Introducción a la fenomenología de la religión. Madrid: Trotta.

OTTO, R. (2005). Lo santo. Lo racional y lo irracional en la idea de Dios. Madrid: Alianza.







[1] M. Eliade, Lo sagrado y lo profano, Barcelona, 2005, p. 14.


[2] J. Martín Velasco, Introducción a la fenomenología de la religión, Madrid, 2006, pp. 239-245.

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