viernes, 1 de mayo de 2015

Representaciones de Isis en época romana

Por: Lorena González Blasco

E-mail: lorenagblasco@yahoo.es

En este artículo queremos ofrecer una pequeña visión de las diferentes representaciones de la diosa Isis en Roma, algunas como parte de su culto, el cual pudimos ver anteriormente en otro artículo.
A esta diosa se la representa amamantando a su hijo Harpocrátes, la denominada Isis lactas; se la identifica con Demeter, con Io,[1] con Fortuna/Tyché o con Sothis; forma parte de los lararia, donde encontramos las denominadas diosas pantheas de función profiláctica[2], y como parte de la triada.
La Isis lactans (fig. 1 y 2) es una de las iconografías más extendidas en el Imperio Romano. Es una diosa madre que realza su propiedad de fecundidad y la resurrección de la naturaleza, normalmente es una matrona romana que está amamantando a un niño, realizada con un gran realismo. Heredera de la iconografía egipcia y ptolemaica tiene rasgos que perviven como el tocado isiaco y elementos orientalizantes como los ureus y los glifos. [3] 

Figura 1 - Isis lactans.
Terracota de Herculano. [4]

Figura 2 – Isis lactnas.  
Museo de Berlín. [5]


La asimilación de Io a Isis se produce porque tras los avatares que tine que sufrir Io al ser un capricho de Júpiter, con quien quiere tener relaciones, Hera, su compañera, quiere vengarse de ella y le pone todas las trabas posibles, poniéndola bajo la vigilancia de Argos, mandándole un tábano o robándole a su hijo. Io regresa a Egipto y se la diviniza como Isis convirtiéndose tras su muerte en una constelación. Por ello puede vérsela en compañía de dicha diosa egipcia. (fig. 3) [6] 
Figura 3 - Isis recibe a Io. Fresco de la casa del Duca d'Aumale en Pompeya [7]
La diosa Fortuna se la asimila con la Tyché griega (fig. 4 y 5). que ya se gestó en época ptolemaica. Es la personificación femenina de la casualidad Tiene la corona real que rememora sus cuernos vacunos, la cornucopia, las torres, muchas veces está ciega, el timón y en el pecho el nudo isiaco. Muchas de estas pertenecen a la denominada Isis panthea. A esta también se la asoció la Isis Pelagia. A ella se dirigen los marinos para hacerle sus rogativas.[8] 

Figura 5 - Isis Fortuna.
Pintura del corredor
del muro de una letrina,
Pompeya [10]


Figura 4 - Fortuna-Tyché. Estatua de Bronce de Herculano. [9]





En Isis-Sothis se ve a la diosa que cabalga sobre el can astral que hace fluir el Nilo a su tiempo. Esta representación es un resto de la asimilación egipcia de la diosa con la estrella del nuevo año egipcio, llamada Sotis.[11]  

Figura 6 - Isis con Sothis, detalle de la moneda de Vespasiano. [12] 
Las Isis panthea (fig. 7, 8 y 9) son bronces de pequeño tamaño con rasgos de Afrodita, el casco de Atenea, el carcaj de Artemis y el timón de Nike. Las cuales como ya hemos dicho las encontramos dentro del lararium, el sitio de la casa romana donde estaban los antepasados y diferentes deidades a las que adoraban. [13] 

Figura 7 - Isis-Panthea. Museo de Nápoles. [14]

Figura 8 - Venus, Isis-Fortuna y Agathodaemon.
Museo de Nápoles. [15]

Figura 9 - Isis-Afrodita. Museo del Louvre [16]



La divinidad como tal (fig. 10, 11 y 12) se la representa de pie, lleva el tocado isiaco con la variación del disco solar rodeado de elementos florales, un gran manto de muchos colores anudado en el pecho, representando el nudo isiaco, decorado con estrellas, flores y frutas, un paño sobre los hombros con flecos, sandalias de palmera,  los atributos del sistro y el vaso canopo.[17] 

Figura 10 – Isis.
Museo de Nápoles [18]


Figura 11 – Isis
Museo Capitolino Roma [19]


Figura 12 – Isis
Museo de Viena [20]

La sagrada familia está en compañía de Serapis, su paredro y su hijo en esculturas y objetos. (fig. 13 y 14)

Figura 13 - La sagrada familia, Isis, Harpócrates y Serapis. Museos Capitolinaos de Roma. [21]



 

Figura 14 - Lucerna en forma de barca, Harpócrates y Serapis en Ostia. [22]
De esta manera hemos podido ver como no hay una única representación de esta diosa en este periodo. De las cuales, la lactans, perduraría en el tiempo en las representaciones cristianas de la Virgen María.

BIBLIOGRAFÍA 

Ø Alvar Ezquerra, J; Los Misterios. Religiones «orientales» en el Imperio Romano, ed. Crítica, Barcelona, 2001
Ø Arroyo de la Fuente, M. A.; El culto isiaco en el Imperio Romano. Cultos diarios y rituales iniciático: iconografía y significado, BAEDE, nº 12, Madrid, 2002. (versión impresa y pdf)
Ø Arroyo de la Fuente, M.A.; Iconografía de las divinidades alejandrinas, Liceus, Portal de Humanidades, 2006.
Ø Turcan, R.; Los cultos orientales en el Mundo Romano, trad. A. Seisdedos, ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 2001.




[1] Alvar Ezquerra, J; LOS MISTERIOS. Religiones «orientales» en el Imperio Romano, ed. Crítica, Barcelona, 2001, pág. 148 y Arroyo de la Fuente, M. A.; El culto isiaco en el Imperio Romano. Cultos diarios y rituales iniciáticos: iconografía y significado. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 215 (versión impresa).
[2] Alvar Ezquerra, J; op. cit., ed. Crítica, Barcelona, 2001, pág. 153 y Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 216.
[3] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 221 y 229 y Iconografía de las divnidades alejandrinas,  Liceus, Portal de Humanidades, 2006, pág. 10 y 23.
[4] Alvar Ezquerra, J; op. cit., ed. Crítica, Barcelona, 2001, pág. 67.
[5] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 14 (versión pdf).
[6] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 216 y op. cit., Liceus, Portal de Humanidades, 2006, pág. 23.
[7] Alvar Ezquerra, J; op. cit., ed. Crítica, Barcelona, 2001, pág. 55.
[8] Alvar Ezquerra, J; op. cit., ed. Crítica, Barcelona, 2001, pág. 65-66, 109 y 218; Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 216-217 y op. cit, Liceus, Portal de Humanidades, 2006, pág. 24.
[9] Alvar Ezquerra, J; op. cit., ed. Crítica, Barcelona, 2001, pág. 65.
[10] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 10 (versión pdf).
[11] Turcan, R.; Los cultos orientales en el Mundo Romano, trad. A. Seisdedos, ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 2001, pág. 85 y 112.
[12] Turcan, R.; op. cit., trad. A. Seisdedos, ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 2001, pl. IXa
[13] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 217 y op. cit, Liceus, Portal de Humanidades, 2006, pág. 24.
[14] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 9 (versión pdf).
[15] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 9 (versión pdf).
[16] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 10 (versión pdf).
[17] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 221-222 y op. cit., Liceus, Portal de Humanidades, 2006, pág. 18-20 y 22.
[18] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 16 (versión pdf).
[19] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 17 (versión pdf).
[20] Arroyo de la Fuente, M. A.; op. cit. BAEDE, nº 12, Madrid, 2002, pág. 18 (versión pdf).
[21] Alvar Ezquerra, J; op. cit., ed. Crítica, Barcelona, 2001, pág. 66.
[22] Alvar Ezquerra, J; op. cit., ed. Crítica, Barcelona, 2001, pág. 216

No hay comentarios:

Publicar un comentario