sábado, 31 de enero de 2015

Jesús de Nazaret

Por: Antonio Justo, Licenciado en Historia, especializado en Historia Antigua y Máster en Ciencias de las Religiones por la Universidad Complutense de Madrid.

Correo electrónico: antoniojusto@hotmail.com

Jesús de Nazaret, película El Discípulo.
Jesús de Nazaret es sin duda la figura más conocida del cristianismo pero en el fondo sigue siendo un gran desconocido. Con frecuencia nos referimos a él también como Cristo o Jesucristo sin darnos cuenta que en estos casos nos referimos a una figura mítica o teológica, ya que no es lo mismo el Jesús de la historia y el Cristo de la fe. Con frecuencia las dos figuras se unen dando lugar a Jesucristo. En este artículo mi intención es centrarme en el Jesús histórico exclusivamente o por lo menos lo que podemos saber de él para trazar un perfil del personaje.
Según los Evangelios Jesús de Nazaret nació en el reinado de Herodes el Grande, es decir antes del año 4 a. C. y murió crucificado siendo prefecto o gobernador de Judea Poncio Pilato, entre los años 26 y 36 d. C. Aunque se suele afirmar que nació en Belén, lo más probable es que naciera en Nazaret, ya que con esta afirmación los evangelistas buscaban que en Jesús se cumplieran las profecías del Antiguo Testamento, por ello se le hacía nacer en Belén (es decir en Judea). Sin embargo con frecuencia se afirma que era de Nazaret, que estaba en Galilea, una región diferente respecto a Judea.
Por los Evangelios se sabe que los padres de Jesús fueron María y José, y que era de familia numerosa con varios hermanos (de nombres Santiago, José, Simón y Judas) y hermanas (Mc. 6, 3; Mt. 13, 55-56). La profesión de Jesús era la de carpintero y durante toda su vida fue un judío piadoso que siempre fue fiel a su religión y nunca fue su intención romper con el judaísmo. La vida de Jesús cambió tras el encuentro con Juan Bautista y fue bautizado por él convirtiéndose en su discípulo y uniéndose a su grupo de seguidores. Este cambio de vida provocó que surgieran diferencias con su familia.[1]
Tras la decapitación de su maestro Juan Bautista por orden de Herodes Antipas, tetrarca de Galilea, Jesús se convirtió en el nuevo líder de esta secta, rodeándose de antiguos seguidores de Juan y otros nuevos, destacando los que serían conocidos como los apóstoles. La nueva actividad de Jesús se centró en la predicación por las aldeas de Galilea anunciando la llegada del Reino de Dios con un discurso apocalíptico que anunciaba el fin de los tiempos. Su predicación se dirigía exclusivamente a los judíos y no a los gentiles, evitando las ciudades donde había una mayor presencia de paganos.
Jesús podría clasificarse como un fariseo que discutía con otros de su clase pero que se rodeó de un grupo que por el contexto histórico quizás podría tener alguna relación con la lucha armada contra los romanos.[2] Se sabe que en Galilea en esta época hubo brotes nacionalistas antirromanos de carácter mesiánico como el que protagonizó Judas el Galileo a principios del siglo I cuando Judea se convirtió en provincia romana en el año 6 tras la deposición por los romanos de Arquelao, hijo y sucesor de Herodes en Judea.
En estos tiempos estaba también muy presente el recuerdo de los héroes Macabeos que en el siglo II a. C. lograron la independencia de Judea frente al reino seléucida de Antíoco IV e instauraron la dinastía de los Asmoneos, que duró hasta que fue sustituida por la de Herodes el Grande en el año 40 a. C. con el apoyo de los romanos. En este ambiente crecería Jesús, de cuya infancia no se conoce mucho.
Durante su predicación Jesús se presentó ante el pueblo como profeta y al final de su vida, tras su entrada en Jerusalén con sus seguidores para celebrar la Pascua, como mesías de Israel. En líneas generales Jesús fue un fariseo o rabino atípico que se rodeó de personajes marginales como pobres o prostitutas. Aunque se rodease de mujeres, Jesús nunca consideró que la mujer fuese igual al hombre, ya que la sociedad judía de la época era profundamente machista y patriarcal.
Jesús fue soltero durante su predicación según afirma Pablo en sus cartas, por lo menos después de su bautizo por Juan, pero quizás antes no lo fuera porque esto no era lo normal entonces pero no se sabe. La prostituta María Magdalena fue una de sus seguidoras más cercanas pero no hay pruebas de que fuera su pareja ya esto se afirma sólo en los evangelios apócrifos de carácter gnóstico que son bastante posteriores y se alejan de los hechos.
Durante su predicación Jesús realizó acciones que sus contemporáneos consideraron milagrosas, presentándose ante las masas como un sanador y exorcista carismático. Al final de su vida marchó a Jerusalén con sus discípulos y protagonizó un grave incidente en el templo, motivo por el cual sería detenido, juzgado y posteriormente crucificado por los romanos, seguramente con presiones de grupos judíos enemigos como los saduceos, más partidarios de los romanos. En el episodio de la expulsión de los mercaderes del templo se verían rasgos que corresponden al Jesús histórico, ya que vemos un Jesús de carácter violento y fanático (Mc 11, 15-17). No se sabe el motivo por el que Jesús marchó a Jerusalén pero está claro que no fue para ofrecerse en sacrificio por la humanidad como afirma la teología cristiana.
A la muerte de Jesús, sus seguidores creyeron que al tercer día había resucitado. Fue el grupo de mujeres las primeras que difundieron el rumor que luego se extendió gracias sobre todo a Pablo. Al frente de sus seguidores le sucedió su hermano Santiago el Justo, quien se convirtió en el líder de la comunidad de judeocristianos de Jerusalén, donde también estarían Pedro y el resto de discípulos o apóstoles, y que estaban enfrentados al grupo de helenistas seguidores de Pablo de Tarso. Santiago moriría ajusticiado hacia el año 62 por las autoridades judías como indica Flavio Josefo en su obra Antigüedades judías (libro 20).                                         
Como se ha dicho anteriormente, Jesús siempre fue judío y nunca buscó fundar una nueva religión, su voluntad era reformar su propia religión. Por ello, no se puede considerar a Jesús como el fundador del cristianismo, sino como su primer impulsor o fundamento, ya que se necesita a Jesús para que haya cristianismo. El cristianismo actual tienen diferentes fundadores, entre los que destacan los evangelistas que escribieron el Nuevo Testamento, los diferentes concilios o los escritos de los Padres de la Iglesia. Pero si tenemos que hablar de un fundador ese sería sin duda Pablo de Tarso, ya que es quien aporta la base teológica para una nueva religión.
Inicialmente hubo diferentes cristianismos, destacando el cristianismo paulino o paulinismo (de los seguidores de Pablo, la mayoría de origen gentil), los judeocristianos (donde estaban los seguidores judíos más próximos a Jesús) y los gnósticos. Al final triunfó el cristianismo paulino que es el de la actual Iglesia católica, mientras que judeocristianos y gnósticos fueron minoritarios y acabarían desapareciendo.[3]
Pablo como Jesús fue siempre judío y no buscaba fundar una nueva religión, pero sus ideas revolucionarias dieron lugar al cristianismo como religión diferenciada del judaísmo. Pablo transformó al Jesús de la historia en el Cristo de la fe al afirmar que la fe en la muerte y resurrección del mesías Jesús estaba por encima de la Ley de Moisés y que era válida para todos, transformando a un mesías nacional judío que fracasó en su misión en un mesías o salvador universal, cuyo mensaje también iba dirigido a los gentiles, no sólo a los judíos.
No está claro si Pablo conoció personalmente a Jesús o no, pero gracias a su importante actividad misionera Jesús se convirtió en la figura que es hoy. Según afirma el historiador judío Flavio Josefo en su obra de las Antigüedades judías, Jesús fue otro más de esos falsos mesías que resultaron ser, según sus propias palabras tras hablar de Jesús, un terrible mal para el pueblo judío, ya que les llevaron a la locura de enfrentarse a Roma en la guerra de los años 66-70 que acabó con la destrucción del templo. Entre esos falsos mesías Josefo también menciona a Judas el Galileo y a Juan Bautista, a quien parece darle mayor importancia que a Jesús ya que habla más de él.
Josefo traicionó a su pueblo y se pasó a los romanos, siendo protegido por la familia imperial de los Flavios. Su obra es de finales del siglo I y buscaba ganar el favor de Roma hacia los judíos después de la guerra, ya que la visión de los judíos después de la guerra en el imperio era muy negativa. Por ello en los Evangelios se busca también culpabilizar a los judíos de la muerte de Jesús, cuando fueron sobre todo los romanos.
El texto de Josefo (Antigüedades judías, libro 18), llamado el testimonio flaviano, a primera vista parece ser un texto positivo sobre Jesús, pero esto se debe a que ha sido manipulado por copistas cristianos, ya que un judío como Josefo nunca hablaría así sobre Jesús ni hablaría de su resurrección o lo llamaría Cristo:[4]

“Por este tiempo vivió Jesús, un hombre sabio, si se le puede llamar hombre. Fue autor de obras increíbles y el maestro de todos los hombres que acogen la verdad con placer. Atrajo a muchos judíos y también a muchos paganos. Era el Cristo. Y aunque Pilato lo condenó a morir en cruz por instigación de las autoridades de nuestro pueblo, sus anteriores adeptos no le fueron desleales. Porque al tercer día se les apareció vivo, como habían vaticinado profetas enviados por Dios, que anunciaron muchas otras cosas maravillosas de él. Y hasta el día de hoy existe el linaje de los cristianos, que se denominan así en referencia a él.”

Los evangelios canónicos (Marcos, Mateo, Lucas y Juan) son los más antiguos y son la gran fuente sobre la vida de Jesús a diferencia de los apócrifos que se alejan más de los hechos históricos. Pablo habló poco en sus cartas del Jesús histórico y los evangelistas buscaron ofrecer más datos sobre su vida. Sin embargo fueron escritos después de la guerra judía (66-70) y sus autores no conocieron personalmente a Jesús. Aunque llevan el nombre de apóstoles como Mateo, Marcos o Juan, en realidad no fueron estos discípulos y los autores utilizaron su nombre para darle autoridad a estos escritos como también ocurre con los evangelios apócrifos posteriores.
Por lo tanto, los Evangelios están escritos desde la fe y buscan responder a las necesidades espirituales de unas comunidades concretas, pero también contienen datos históricos sobre Jesús. Sus autores los evangelistas serían discípulos de Pablo de Tarso y recogen sus enseñanzas, perteneciendo al grupo de los helenistas y siendo en su mayoría de origen gentil. Por otro lado los discípulos de Jesús pertenecerían al grupo de los judeocristianos, después dirigidos por su hermano Santiago el Justo.
Existen en general grandes diferencias entre las figuras de Jesús y Pablo. Mientras Jesús era un judío de Galilea (es decir de Palestina) de cultura judía (su primera lengua era el arameo) y carácter más nacionalista quizás implicado de alguna manera en la lucha contra los romanos, Pablo era un judío de la diáspora (de fuera de Palestina) de cultura helena o griega (su primera lengua era el griego) y ciudadano romano que buscaba en sus escritos que hubiera buenas relaciones con Roma. Además Pablo fue un fariseo que según cuenta en sus cartas persiguió a los primeros judeocristianos.
Las cartas de Pablo son el documento más antiguo del cristianismo porque son anteriores a los evangelios canónicos y son escritos de circunstancias en los que Pablo busca mostrar que sólo la fe en el mesías Jesús a través de su muerte y resurrección puede dar la salvación. Su predicación se dirigía primero a los judíos y después a los gentiles, sin embargo fueron sobre todo estos últimos los que le siguieron atraídos por su interés en el monoteísmo de la religión judía frente al politeísmo romano. Por otro lado en Pablo influyeron las religiones mistéricas de su entorno que ofrecían la salvación e inmortalidad del creyente a través de la muerte y resurrección de determinadas divinidades extranjeras del imperio cuyo culto se hizo muy popular frente a la religión romana oficial.
En conclusión podemos decir que Jesús fue siempre judío y nunca buscó fundar una nueva religión. Si Jesús viviera en el siglo XXI se declararía sin duda como judío antes que cristiano ya que la idea de ser considerado divino o Dios le horrorizaría, pero además también probablemente se declararía antes musulmán que cristiano, ya que la visión de Jesús en el Islam como un gran profeta humano y no divino encaja mejor con su pensamiento y esta visión se debe a la influencia de grupos judeocristianos con los que Mahoma pudo tener contacto y que le habrían introducido en la lectura de evangelios apócrifos judeocristianos.
Como afirmó el teólogo y sacerdote católico Alfred Loisy a principios del siglo XX (frase que le valió la excomunión): “Jesús predicó el reino de Dios, pero lo que vino fue la Iglesia.” El cristianismo actual (católico, ortodoxo y evangélico) no se corresponde con el pensamiento del Jesús histórico y es un cristianismo paulino, es decir heredero del pensamiento de Pablo de Tarso y sus discípulos, los evangelistas principalmente.

Bibliografía

García Pérez, J. M., Los orígenes históricos del cristianismo, Encuentro, Madrid, 2007.
Montserrat Torrents, J., Jesús el galileo armado. Historia laica de Jesús, Edaf, Madrid, 2007.
Piñero Sáenz, A., Guía para entender el Nuevo Testamento, Trotta, Madrid, 2006.
Piñero Sáenz, A., Los cristianismos derrotados, Edaf, Madrid, 2007.





[1] Piñero Sáenz, A., Guía para entender el Nuevo Testamento, Trotta, Madrid, pp. 173-182.
[2] Montserrat Torrents, J., Jesús el galileo armado. Historia laica de Jesús, Edaf, Madrid, pp. 193-197.
[3] Piñero Sáenz, A., Los cristianismos derrotados, Edaf, Madrid, pp. 157-159.
[4] García Pérez, J. M., Los orígenes históricos del cristianismo, Encuentro, Madrid, pp. 38-40.

2 comentarios:

  1. Charlatanería: el Jesús histórico y el Cristo de la fe son el mismo.

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  2. Interesante resumen de libros que citan a otros libros y estos a su vez a otros; casi como las novelas de Dan Brown. Para empezar, no hay datos precisos ni concretos, como por ejemnplo, ¿como argumenta que Jesús indica ser solo un Profeta y no Dios mismo? si la única referencia de la opinión de cristo sobre su naturaleza se encuentra en el NT, por lo menos debe citarlo. Mateo 20:28 "así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos." Jesús se llama así mismo hijo del hombre, para el pueblo Judío esta afirmación es una alución directa a Daniel 7:11-14 "Yo seguía mirando, atraído por las insolencias que profería aquel cuerno; hasta que mataron a la fiera, la descuartizaron y la echaron al fuego. A las otras fieras les quitaron el poder, dejándolas vivas una temporada. Seguí mirando y en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio: todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin." . Que pensaban los judíos de su época de lo que decía Jesus de símismo : Juan 10:33 "Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios". Y finalmente, si Jesus se mostró asi mismo como Dios, incluso perdonando pecados, cosa que incomodó mucho a los fariseos de su época. Realmente es Dios o solo un Demente. Y si realmente es Dios, pues amigo, estaré orando para que busques sinceramente respuestas y no solo justificaciones.

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