domingo, 4 de octubre de 2015



La posteridad espiritual de Carlos de Foucauld


Por: Manuel Porra Brotons, doctorando de la Universidad Complutense de Madrid.


Correo electrónico: porrabrotons@esmas.com



Carlos de Faucauld
Carlos muere asesinado en un aparente fracaso porque no se ha cumplido su deseo de que otros continúen con su obra. Es más tarde cuando otros recogen la semilla de la espiritualidad de Carlos y la ponen a germinar.

Una primera persona es Louis Massignon que llegó a conocer a Carlos, es fiel a su mensaje y además tenía como él un gran conocimiento del Islam. La experiencia del amor es la que une a Massignon con Carlos de Foucauld.

Otra persona que pone en marcha el carisma de Carlos es René Voillaume. A René Voillaume le gusta la soledad y la lectura como a Carlos y funda una Fraternidad en Argelia ayudado por la Hermana Magdalena.

Quisieron llamarse Hermanitos del Sagrado Corazón pero no podían utilizar este nombre entre los musulmanes y se llamaron Hermanos de la oración en soledad. Pretenden seguir una espiritualidad carmelitana. Espiritualidad de oración, trabajo manual y silencio.

La Fraternidad se extiende al desierto después de haber conocido mejor el país, eran nómadas siguiendo la tradición del desierto. Adaptan la vida religiosa al lugar para familiarizarse con las costumbres.

Esta adaptación de los Hermanos al sitio donde vivían tenía sus límites, no podían adaptarse tanto que perdieran su identidad cristiana. Lo más difícil fue el estudio de la lengua.

La comunidad recibe muchas peticiones con deseo de conocerla y René Voillaume elabora una información resumida explicando la misión de las Fraternidades. En un viaje a Francia las da a conocer en el mundo obrero. René Voillaume se ve influenciado constantemente por la Hermana Magdalena.

Es la primera vez que una vida religiosa en contacto con los hombres es también contemplativa, existe apertura a los otros para un mayor conocimiento mutuo. Los novicios pasan temporadas en el desierto.

Las Fraternidades obreras no podían entrar en las luchas de los trabajadores porque no podían renunciar al testimonio del amor universal, en esto se distanciaran del movimiento de los sacerdotes obreros.

En sus viajes, la Hermana Magdalena arrastra por todo el mundo a René Voillaume y contribuye a la expansión de las Fraternidades, Voillaume era menos emprendedor que ella.

Se crean los Consejos de la Fraternidad Secular y de los Institutos Seculares. Las Fraternidades empiezan primero entre los obreros europeos e islámicos, después en sitios no evangelizados.

Los Hermanitos y Hermanitas viven en todos los ambientes, ejercen su apostolado con su presencia y ejemplo sin diferenciarse del resto de las personas que le rodean. En caso de ser reconocidos serian por sus obras y no por sus palabras.

La Fraternidad de los Hermanitos de Jesús se erige como Instituto de Derecho Diocesano cuando se acepta el texto de las Constituciones por parte de la Congregación de Propaganda Fide.

Cuando la Fraternidad se extiende al mundo por muchos países, pasa a depender de la Congregación para los religiosos.

El modo de vida de la Fraternidad consiste en estar integrados en el lugar donde viven, no llevan hábito religioso y su trabajo es asalariado. Aún así no son un Instituto Secular, sino religiosos viviendo en comunidad.

Para las Fraternidades es fundamental la adoración al Santísimo Sacramento.




Algunos rasgos espirituales fundamentales de los Hermanitos / as de Jesús



Nazaret



Los Hermanitos de Jesús no se preguntan que tipo de vida religiosa es la que siguen, solo quieren vivir como Jesús de Nazaret, haciendo lo que haría Él en unas situaciones concretas.

Los Hermanitos no deben obediencia al superior, solo respeto y exponen sus conflictos al director espiritual siguiendo sus consejos, no se está obligado bajo pena de pecado, obligan por amor a Jesús de Nazaret.



Vocación



Para los Hermanitos/as de Jesús, la vocación es una llamada de Dios y nadie debería comprometerse a ser sacerdote o religioso sin ser llamado por Dios, no basta el llamamiento de la Iglesia a la vocación religiosa, para los Hermanitos se trata de responder a una llamada personal de Dios.

Dan más importancia al interior de la persona que lleva a una amistad particular con Cristo en lugar de dar importancia a las causas externas.

Es una vocación religiosa que no se da por decreto sino que se trata de vivir el Evangelio siguiendo la llamada del Espíritu Santo, las estructuras tienen que ser un medio para conseguir ese objetivo.

Se respeta la libertad interna de la vocación y en esa llamada tiene prioridad las cualidades personales y los carismas por encima de las reglas.

Las relaciones de amistad modifican las relaciones de un superior con sus religiosos y esas relaciones no tienen que estar basadas en el temor al superior.

Se trata de evitar las relaciones que establecen distancias y de que en las Fraternidades se dé el sentido sobrenatural de la vida consagrada.

Las Fraternidades están formadas por tres o cuatro personas, Hermanos mezclados con las gentes de su entorno, hay un Hermano responsable.

Cada Fraternidad acentuará un aspecto diferente de su vocación según el ambiente en el que vivan.

Se necesita de la oración para ser constantes en el amor a Jesús que ha tenido lugar por un encuentro personal con Él.

El amor debe ser desinteresado, se debe estar identificado no sólo con su voluntad sino también con los deseos de Jesús.

Cuando se ama a alguien se le espera, se desea verlo y poseerlo. No hay amor sin presencia porque no se puede amar a la persona que siempre está alejada o no se la conoce y esto lo tienen claro los Hermanos.

Para los Hermanos el amor de amistad es el más perfecto y necesita reciprocidad.

La espiritualidad de Carlos de Foucauld se da en diversos grados tanto en la vida sacerdotal, religiosa o seglar.



Pobreza



Los Hermanos tienen que tener un espíritu de pobreza, sencillez fraterna y amistad. Entre ellos no todos se dedican al trabajo manual, hay momentos de estudio.

La vocación a la pobreza es para todos los Hermanos, también para los sacerdotes. Esta pobreza tiene que llevar a amar al hombre por encima de las apariencias, vivida conforme al Evangelio es liberación de los bienes de este mundo para poder seguir a Jesús de Nazaret.



Trabajo



El trabajo manual es básico en las Fraternidades porque fue la ocupación de Jesús de Nazaret, también los que realizan un trabajo intelectual deberán dedicar tiempo al trabajo manual.

Carlos de Faucauld
Los Hermanitos en su relación con los problemas sociales no tienen que dejarse llevar por ideologías sino por la fe en Cristo.

Trabajan para compartir la vida de los trabajadores pobres, no deben dejarse engañar por el capitalismo ni por el comunismo.

Los Hermanos realizan todo tipo de trabajo, deben tener un director espiritual sacerdote que les oriente.



Oración y eucaristía



Es necesaria la oración en la vida religiosa de los Hermanitos, no basta con conocer a Dios por la inteligencia, es necesaria su presencia.

Adoración al Santísimo Sacramento expuesto es un aspecto esencial de la vocación de los Hermanitos de Jesús.

Otro aspecto es la íntima unión entre los Hermanos y la capilla es el corazón de la Fraternidad.

Todos los días los Hermanos pasan una hora de oración ante el Santísimo Sacramento expuesto y una noche por semana cada Hermanito pasa una hora de adoración. 

           

Bibliografía



Anónimo, “Presentación de las Familias”, Boletín Iesus Cáritas, 83(1992), 12-38 páginas.

Anónimo, “Una cierta mirada: la contemplación codo a codo con los hombres”, Boletín Iesus Cáritas, 109(1996), 47 página.

Anónimo,  “Una misión: gritar el Evangelio sobre los tejados, no con la palabra, sino con la vida”, Boletín Iesus Cáritas, 109(1996), 45-46 páginas.

Destremau C.J.; Moncelon, J., Luis Massignon amigo de Carlos de Foucauld y continuador de su obra”, Boletín Iesus Cáritas, 124(1999), páginas 6-8.

Gorrée G., Sur les traces du père de Foucauld, La Colombe, París, 1953, 450 páginas.

Pérez Charlín J.M., “Ha muerto René Voillaume, fundador de los Hermanitos del Evangelio”, Ecclesia, 3156(2003), página 26.

Voillaume, R. :

-       (1953) Au coeur des masses, la vie religieuse des Petits Frères du Pére Foucauld, Cerf, Paris, 516 páginas.

-        (1962) Por los caminos del mundo, Marova, Madrid, 409 páginas.

-       (1976) Ver a Dios en la ciudad, Sígueme, Salamanca, 244 páginas. 
-       (1998) Charles de Foucauld et ses premiers disciples, Bayard Éditions/Centurion, Paris, 489 páginas.




             

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