Mahoma
y los comienzos del Islam II
Por: Ramadan
Ibrahim Mohammed
Correo electrónico: ramadan.ibrahim@cchs.csic.es
Introducción:
Tras haber
tratado sobre la primera parte de este trabajo de investigación[1], ahora me
gustaría presentar la segunda parte, la cual contiene estos tres puntos
concretos: El viaje estático de Mahoma al cielo (el Mi‘raj) y el libro sagrado;
La emigración a la Medina; y el
fallecimiento de Mahoma. Asimismo
me gustaría recordar que todo esto será analizado a través de la lectura del
capítulo XXXIII del libro Historia de las creencias y las ideas
religiosas del profesor rumano Mircea
Eliade[2], de la misma forma que hicimos en la primera
parte de este trabajo.
1)
El
viaje estático de Mahoma al cielo (el Mi‘raj)y el libro sagrado:
El acontecimiento más importante en
la vida del profeta Mahoma, y para todos los musulmanes en general, es su
ascensión al cielo. Este viaje se conoce en el mundo islámico por el nombre del
Mi‘rāj o la ascensión celeste. Dicho viaje, según opinión dominante de
los ulemas musulmanes, lo realizó Mahoma en compañía del arcángel Gabriel, y
empezó en la mezquita de Meca y terminó en la mezquita Al Aqsa en Jerusalén.
Allí en Jerusalén, fue Mahoma de visita a la mezquita Al Aqsa e hizo en él un rezo, luego ascendió de esta
mezquita hasta llegar a Sidrat Al Muntaha (el árbol de loto). En este
viaje, que se realizó de noche y duró muy poco tiempo, el profeta Mahoma se
encontró con Alá (Dios) y éste le inspiró el Corán, libro sagrado para
los musulmanes, revelado en lengua árabe clásica, precisamente, en la variante
lingüística de la gente de Quraish. Esto es lo que cuenta el Corán en el
sura 26, aleyas 192 a 195. También se encontró Mahoma con algunos de los
profetas precedentes y los saludó. Éstos son Abraham, Moisés, Noé, Juan, Jesús.
También, vio a la gente del Paraíso y la gente del Infierno, de las anteriores
naciones.[3]
2)
La
emigración a la Medina:
Debido a la persecución que sufrió Mahoma
en Meca por su mensaje, decidió emigrar
a la ciudad de al-Taif, para encontrarse allí con la gente de esa
ciudad. Pero, fracasó con los de al-Taif y volvió otra vez a la Meca
para reencontrarse con sus seguidores, que no alcanzaban los 80, y se fueron
todos a Yathrib, que luego se llamó Medina. En esa ciudad, la situación
era muy diferente. Allí la gente le dio una calurosa bienvenida y escuchó su
mensaje. La razón por la que la gente de Medina aceptó su mensaje era la
existencia de judíos en esa ciudad, cosa que hizo que la gente tuviera una idea
de la unicidad divina en la que creían los judíos. De ahí empezaron a abrazar
el Islam y a crecer en número con el paso de los días.
Cuando pensaba abandonar la Meca y
emigrar hacia Medina, Mahoma inventó un juramento religioso entre él y sus
seguidores, de seguir adorando a Dios como bien se lo merece. En su viaje, pasó
por Qobaa, y se quedó allí un tiempo, luego se dirigió a su destino: la
Medina. Una vez allí, dejó libre a su camella y dijo que él elegiría el lugar
en el que yace su camella como hogar para él y sus mujeres. Este sitio lo
eligió como lugar para sus oraciones. La Medina fue un punto de inflexión en la
vida de Mahoma. Allí tuvo la posibilidad de practicar sus actividades
religiosas y políticas. Los seguidores de Medina le dieron una muy buena
recepción y acogida. Él pudo unificar los dos bandos: los auxiliares (Ansar)
de la Medina y los que emigraron con él de la Meca, los cuales le siguieron en
su viaje hasta su llegada a la Medina. Bajo su bandera, los dos bandos se
fusionaron y se convirtieron en uno. También construyó una mezquita para sus
oraciones y adoraciones.[4]
En la Medina, Mahoma mantuvo
encuentros con algunos de los grupos judíos de allí y les ofreció su mensaje, les
dijo que él era un mensajero de Dios y les invitó a creer en él y en que era el
último de los profetas. Pero, ellos siempre se negaban a su mensaje,
argumentando que el Corán tenía errores y que Mahoma no entendía ni sabía lo
que viene en su libro sagrado: el Antiguo Testamento.[5]
En aquel momento, Mahoma y sus
seguidores se dirigían, en sus oraciones, hacia la mezquita Al Aqsa en
Jerusalén, que era la misma quibla de los judíos y cristianos. Más tarde,
el 24 de febrero de 624 d.C, Mahoma recibió una orden de Alá que le
mandaba dirigirse él y los musulmanes, en sus oraciones, hacia la Kaaba
en la ciudad de Meca, en vez de la mezquita Al Aqsa en Jerusalén. Véase el sura
9, aleya 127. Mahoma explica este hecho diciendo que la Kaaba es una
casa construida por el profeta Abraham y su hijo Ismael y que los judíos y
cristianos no aceptaron su mensaje y que, por ello, Alá le ordenó
convertir la dirección de los rezos hacia la Kaaba.[6] Por esa
razón, los musulmanes, en sus oraciones, se dirigen a la Kaaba, casa sagrada de
Dios.
Con los incrédulos de la Meca Mahoma
entró en varias batallas, la primera de todas ellas era la de Badr en el
año 627 D.C. y de la que salió victorioso. La segunda era la del monte Ūḥud,
la cual perdió ante los infieles de Quraish. Por aquel entonces, Mahoma recibió
un nuevo mensaje de Alá ordenándole que llevara a los musulmanes y que
se fueran todos a la Meca para cumplir los ritos de la peregrinación. Así, el
profeta Mahoma pactó una tregua con los de Quraish por un periodo de diez
años, para permitir así a los musulmanes la entrada en la Meca y el
cumplimiento de los ritos de la peregrinación. Mahoma entró en la Meca en el
año 629 acompañado de dos mil de sus seguidores con el fin de cumplir todos los
ritos de peregrinación. Muchas de las tribus que convivían con la de Quraish
se convirtieron al Islam, lo cual se consideró como una victoria para el Islam,
cuyos seguidores empezaron a partir de ese momento a crecer de tal forma que,
pasado un tiempo, volvieron otra vez a la Meca, abriéndola bajo el liderazgo de
Mahoma, con un gran ejercito compuesto de más o menos diez mil hombres. Su
objetivo era liberar a la Meca de los dioses paganos a los que seguían los
infieles de Quraish. Aun así no la tomaron como capital del Estado
islámico. Pronto volvieron a Medina y la establecieron como capital.[7]
3)
El
fallecimiento del profeta:
En el año 632 Mahoma volvió otra
vez a la Meca para hacer la peregrinación. Ésta era la última peregrinación. Se
llamó la peregrinación de la despedida. En ella dirigió un discurso a su pueblo
comentándole que ya había completado el Islam. Véase el sura 5, aleya 3.
Según la tradición, al final de está "peregrinación de despedida", Mahoma habría exclamado. Mahoma regreso a la Medina, y a finales del mes de mayo de 632 se enfermó y falleció el día 8 de junio en brazos de la señora ´Aicha, su mujer. Mucha gente no esperaba la muerte del profeta y algunos hasta la negaron. Otros dijeron que había ascendido al Cielo; lo mismo que se dijo de Jesús, hijo de María. Abu Bakr, amigo y compañero de vida del profeta, pronunció su famoso discurso y le dijo a la gente: "oh, gente, quien adoraba a Mahoma, pues él ya se ha muerto, pero quien adora a Alá, pues Alá nunca muere". Mahoma fue enterrado en su casa de la Medina.[8]
4) BIBLIOGRAFÍA:
4.1.
Bibliografía básica
Eliade,
Mircea, “De Mahoma a la era de las Reformas”, en Historia de las creencias y de las ideas
religiosas, v. 3, ediciones
Cristiandad, S.L. Madrid, 1983, pp. 93-119.
4.2. Bibliografía complementaría
Bashier, Z., Hijra: story and significance, Leicester: The Islamic Foundation, 1983.
Bloom, J. M. - Blair, S. The Grove encyclopedia of Islamic art
and architecture,
Oxford University Press, 2009, p. 76.
Colby, F. The Subtleties of the Ascension: Lata'if Al-Miraj: Early Mystical Sayings on
Muhammad's Heavenly Journey, City: Fons
Vitae, 2006.
Fierro Bello, M. I., "La emigración en el Islam: conceptos
antiguos, nuevos problemas", Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (España) (ed.), Nº 12, 1991, pp. 11-41.
Mahmoud, O.; "The Journey to Meet God
Almighty by Muhammad—Al-Isra", en Prophet Muhammad
(SAW): an evolution of God, Author House, 2008, p. 56.
McNeely
B. E., "The Miraj of Prophet
Muhammad in an Ascension Typology,"http://www.bhporter.com/Porter%20PDF%20Files/The%20Miraj%20of%20Muhammad%20in%20an%20Asceneion%20Typology.pdf.
Richard C. M., Arjomand S. A., Hermansen, M., Tayob A., Davis
R., Obert J., Encyclopedia of Islam and the Muslim World, Vo ll, USA: Macmillan
Reference, 2003, p. 482.
[1] Véase
http://confurfeo.blogspot.com.es/2014/09/mahoma-y-los-comienzosdel-islam-por.html
[2] “De Mahoma a la era
de las Reformas” en Historia de las
creencias y de las ideas religiosas. v. 3, ediciones Cristiandad, S.L. Madrid,
1983, p. 93-119.
[3] Ibídem,
p. 102-103.
[5] Ibídem,
p. 107.
[6] Ibídem, p.
107.
[8] Ibídem,
p. 110
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