domingo, 8 de mayo de 2016

María en el Corán

Por: Ramadan Ibrahim Mizah, Doctorando por la Universidad Complutense de Madrid.

Correo electrónico: ramadan.ibrahim@cchs.csic.es


La familia de María:


Si abrimos el Corán por la azora 3, versículo 33, leemos “Dios ha escogido  a Adán, a Noé, a la familia de Abraham y a la de Imran por encima de todos”. La elección de Adán se comprende fácilmente: fue el primer hombre, el primer eslabón de la cadena humana; también  la de Noé porque la humanidad empezaría de nuevo con él[1].   


¿Por qué la familia de Abraham? 


En la opinión de Valderrama Martínez, Abraham no era ni cristiano ni musulmán: estaba muy lejos del Cristianismo en el tiempo y más lejos aún del Islam; ni siquiera era judío, y así lo dice el versículo 67 de la misma azora que añade que era un monoteísta convencido. Abraham, a quien Dios había ordenado abandonar su tierra  para habitar la de Canaán o prometida, tuvo de su esclava Agar un hijo, Ismael, que habría de fundar un gran pueblo. Esto lo dice el Génesis en su capítulo 21 versículo 13[2]

Según la creencia islámica, Abraham era el primer musulmán y así se indica claramente en el versículo 68 de la misma azora 3: los que tienen más derechos a reclamarse (descendencia) de Abraham son los que lo han seguido y (en particular) este profeta y los musulmanes”. Así se explica lo de la familia de Abraham cuyo nombre da título a la azora 14 del Corán.


Pero ¿por qué la familia de Imran que es precisamente el título de la azora 3?

Imran, en hebreo Amram, es el nombre del nieto de Levy, que se casó con su tía Yokebed y pasó su vida en Egipto. Padre de Moisés y de Aarón, murió a los 137 años según dice el Éxodo en su capítulo 6, versículo 20. Esto ocurrió 2.249 años antes de Jesucristo. Hay otro Imran en el Corán al que parece más bien referirse la alusión a la familia. Se trata de Imran ibn Yasihim, descendiente de Salomón, hijo de David a quien algunos dan el nombre de Yuakim o Joaquín, que se casó  con Hanna (Ana) y fue el padre de la virgen María. La familia de Imran es, pues,  la familia de María y una de las cuatro elegidas por Dios según el Corán. La azora 3 en su versículo 84 dice: «Creemos en Dios y en lo que se nos ha revelado, en lo que se ha revelado a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las tribus, en lo que Moisés, Jesús y los profetas han recibido de su Señor. No hacemos distinción entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él».

 El Corán es un libro producido por una sola persona en su calidad de profeta y durante un tiempo muy limitado por comparación (610-632). Según el Corán, el (Kitab) el (libro) en Arabí  al Corán Al- Karim (القران الكريم), está constituido por la Torá, los Salmos y el Evangelio, este último transmitido a Jesús. Estas escrituras constituyen ciclos proféticos cuya cadena se completa hasta terminar en la escritura por excelencia, el Corán. [3]

En el Islam solo hay una escritura eterna, emanada de Dios, revelada en el transcurso de los tiempos a ciertos grandes profetas: a Moisés bajo la forma de la Torá (en líneas generales, el Pentateuco), a David por medio del zabur (los Salmos), a Jesús por el inyil o Evangelio y finalmente a Mahoma por el Corán, todos ellos dictados por Dios.

El Nacimiento de María:

La excepción del Corán sobre Jesús comienza con la concepción de su madre, María. La mujer de Imran, la madre de María, prometió dedicar a su hija al servicio de Dios en el templo. Zacarías se hizo cargo más tarde de ella. Cuando le preguntaba cómo la obtenía, ella respondía siempre que era de Dios. Los versículos del Corán dicen: "Cuando la mujer de Imran dijo: « ¡Señor! Te ofrezco en voto, a Tu exclusivo servicio, lo que hay en mi seno. ¡Acéptamelo! Tú eres Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe".

Y cuando dio a luz a una hija, dijo: « ¡Señor! Lo que he dado a luz es una hembra -bien sabía Alá lo que había dado a luz - y un varón no es igual que una hembra. Le he puesto por nombre María y la pongo bajo Tu protección contra el maldito Demonio, y también a su descendencia».  Su Señor la acogió favorablemente, la hizo crecer bien y la confió a Zacarías. Siempre que Zacarías entraba en el Templo para verla, encontraba sustento junto a ella. Decía: «María!, ¿de dónde te viene eso?» Decía ella: «De Alá. Alá provee sin medida a quien Él quiere». (3:35- 37.)

María vivía en el templo en un lugar que el Corán designa como mihrab o santuario. El mihrab es, en un Templo, el lugar hacia donde se dirige la oración. María solo abandonaba el templo durante sus reglas. Cuando Zacarías se sintió muy viejo pidió a su sobrino José, modesto carpintero y primo de María, que se ocupara de ella. Todos veían en José el futuro (jatib) o prometido de María. Esto dice la tradición porque el Corán no cita a José.[4]

La azora 19 se tituló Mariam, nombre árabe de María, que es Miryam en hebreo y arameo. Esta azora tiene 98 versículos, todos revelados en la Meca salvo los números 85 y 71, revelados en Medina.

Atributos de María en el Corán:         

El Corán es muy generoso con la madre de Jesús, por la que no disimula en modo alguno su admiración, reparando en todas aquellas virtudes que señalan sobre la misma los Evangelios. Y entre ellas las siguientes:

Escogida por Dios. Le dice el Arcángel Gabriel en el Corán « ¡María! Alá te ha escogido y purificado. Te ha escogido entre todas las mujeres del universo (3,42).

Receptora del  espíritu  de Dios. ”Infundimos en ella de Nuestro Espíritu” (21,91). También “María……………….. en la que infundimos de Nuestro Espíritu”. (66.12).

Modelo para la  humanidad. Dice de María Allah “hicimos de ella y de su hijo signo para todo el mundo” (21,91).

Virginidad. Evoca el Corán: “Y a María, hija de Imran, que conservó su virginidad………..”(66.12).[5]


María es, sin embargo, el único nombre de mujer que aparece en el Corán y en él se cita explícitamente 34 veces y directa o indirectamente 70 veces y en los cuatros evangelios sólo 17 (12 veces Lucas, 4 Mateo y 1 Marcos) siempre de forma respetuosa y delicada.

- María en el mundo musulmán:

María es conocida en el mundo musulmán como “Azra Maryam”, la virgen María exactamente igual que en el mundo cristiano. En igual sentido nos explica el evangelista Lucas: “Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret. A una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David: y el nombre de la virgen era María.” (L.c 1, 26-27)[6].

La veneración que el mundo musulmán tiene por María se observa, en primer lugar, en el empleo frecuente de Maryam como nombre propio de mujer. Un musulmán que haya meditado sobre el misterio de María no pronuncia jamás su nombre sin un profundo respeto para la que Dios eligió y purificó como dice el versículo 42 de la azora 3 entre todas las mujeres.

Hay tres mujeres ilustres que han marcado profundamente las tres religiones del libro: Fátima, la hija del profeta Muhammad; Jadiya, su primera esposa; y Asia, esposa del Faraón y protectora de Moisés. Ellas, con María, son para Dios seres predestinados, signo de Dios (ايه) que han marcado profundamente las tres religiones reveladas.[7].

La filosofía de la virgen María es la misma a la que aspira la mujer musulmana en su vestimenta y comportamiento, la cual es pureza, claridad, castidad, velo, devoción y súplica.[8]

María aparece más integrada en la obra de Dios. Su destino es ser un lazo de unión entre la espiritualidad cristiana y la espiritualidad musulmana. Dice el versículo 43 de la azora Imran: “oh, Mira: sé devota, prosterna te e inclínate con los que se inclinan”. Según la tradición, María estaba en oración tanto tiempo que sus piernas se hinchaban y sus pies se cubrían de escamas purulentas.

La importancia de María en el Islam está subrayada por el hecho de que la sura del Corán (19 la zura de María), que relata la Anunciación y la Natividad, se designa por ese nombre. He aquí el pasaje principal:

"Mencionada María en el Libro. Ella dejó su familia y se retiró en un lugar hacia Oriente. Colocó un velo entre ella y los suyos. Nosotros le hemos enviado nuestro Espíritu; él se presentó ante ella bajo la forma de un hombre perfecto. Ella dijo: « ¡En el Clemente me refugio contra ti, si eres piadoso! Él dijo: «Yo soy el enviado de tu Señor para darte un hijo puro». Ella dijo: « ¿Cómo tendré yo un hijo? Ningún hombre me ha tocado nunca y yo no soy disoluta». El dijo: «Es así: Tu Señor ha dicho: Eso es fácil para Mí. Haremos de él un Signo para todos los hombres, una misericordia venida de Nosotros. El decreto es irrevocable» (v, 18 a  20.)

"Ella quedó encinta del niño y después se retiró con él en un lugar alejado. Los dolores la sorprendieron cerca de un tronco de palmera. Ella dijo: « ¡Desdichada de mí! ¡Ojalá hubiera muerto antes de esto y estuviese completamente olvidada!». Gabriel que se encontraba a sus pies le dijo: « ¡No te entristezcas! Tu Señor ha hecho surgir un arroyo a tus pies. Sacude hacia ti el tronco de la palmera: caerán dátiles frescos y maduros. Come, bebe y tranquilízate. Cuando veas a algún mortal, dile: «Yo he hecho voto al Clemente de ayunar. Hoy no hablaré a ningún humano» (v, 23 a 26)



Bibliografía:
 A. Las fuentes sagradas:

- Biblia de Jerusalén, edición 1975, Categoría. https://es.wikisource.org/wiki/Biblia_de_Jerusal%C3%A9n,_Edici%C3%B3n_1975 la última visión 16-03-2016.
-El Sagrado Corán,  Èulogos 2007: http://www.intratext.com/x/esl0024.htm la última visión en 16-03-2016.
B. Referencias:

Antequera, Luís. Jesús en el Corán,  primera edición, España: la Biblioteca islámica de  Madrid, 2006.
Ghadiri Abyaneh, Muhammad Hassan. Esto es el Islam, con la colaboración de Habellyno Ricardo Pérez, República Islámica de Irán, wwwIslamoriente.com, segunda edición, 2010.
Martínez, Fernando Valderrama. “Las figuras de Jesús y de la Virgen María en el Islam”,   Localización: España y el Norte de África: bases históricas de una relación fundamental: aportaciones sobre Melilla / coord. Por Manuel Olmedo Jiménez  Vol. 1, 1987, págs. 251-260.






[1]Antequera, Luís. Jesús en el Corán,  primera edición, España: la Biblioteca islámica de  Madrid, 2006,  p. 250.

[2] Ibidem, p.251.

[3] Ibídem, p. 252.

[4] Ibídem, p. 253.

[5]Valderrama Martínez, Fernando. Las figuras de Jesús y de la Virgen María en el Islam”,  en  Jiménez,  M. (coord.) España y el norte de África, Vol. 1, Melilla, 1987. Pp. 122-123.

[6] Ibídem, p. 124.

[7] Valderrama Martínez,  Fernando. Op. Cit, 253.


[8]Ghadiri Abyaneh, Muhammad Hassan. esto es el Islam, con la colaboración de Habellyno Ricardo Pérez, República Islámica de Irán, wwwIslamoriente.com, segunda edición, 2010, p. 52.

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