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La familia de María:
Si abrimos el Corán por la azora
3, versículo 33, leemos “Dios ha escogido
a Adán, a Noé, a la familia de Abraham y a la de Imran por encima de
todos”. La elección de Adán se comprende fácilmente: fue el primer hombre, el
primer eslabón de la cadena humana; también
la de Noé porque la humanidad empezaría de nuevo con él[1].
¿Por qué la familia de Abraham?
En la opinión de Valderrama Martínez, Abraham no
era ni cristiano ni musulmán: estaba muy lejos del Cristianismo en el tiempo y
más lejos aún del Islam; ni siquiera era judío, y así lo dice el versículo 67
de la misma azora que añade que era un monoteísta convencido. Abraham, a quien
Dios había ordenado abandonar su tierra
para habitar la de Canaán o prometida, tuvo de su esclava Agar un hijo,
Ismael, que habría de fundar un gran pueblo. Esto lo dice el Génesis en su
capítulo 21 versículo 13[2].
Según la creencia islámica, Abraham era el primer
musulmán y así se indica claramente en el versículo 68 de la misma azora 3: los
que tienen más derechos a reclamarse (descendencia) de Abraham son los que lo
han seguido y (en particular) este profeta y los musulmanes”. Así se explica lo
de la familia de Abraham cuyo nombre da título a la azora 14 del Corán.
Pero ¿por qué la familia de Imran que es
precisamente el título de la azora 3?
Imran, en hebreo Amram, es el nombre del nieto
de Levy, que se casó con su tía Yokebed y pasó su vida en Egipto. Padre de Moisés
y de Aarón, murió a los 137 años según dice el Éxodo en su capítulo 6,
versículo 20. Esto ocurrió 2.249 años antes de Jesucristo. Hay otro Imran en el
Corán al que parece más bien referirse la alusión a la familia. Se trata de
Imran ibn Yasihim, descendiente de Salomón, hijo de David a quien algunos dan
el nombre de Yuakim o Joaquín, que se casó
con Hanna (Ana) y fue el padre de la virgen María. La familia de Imran
es, pues, la familia de María y una de
las cuatro elegidas por Dios según el Corán. La azora 3 en su versículo 84
dice: «Creemos en Dios y en lo que se nos ha revelado, en lo que se ha revelado a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las tribus, en lo que Moisés, Jesús y los profetas han recibido de su Señor. No hacemos distinción entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él».
El Corán es
un libro producido por una sola persona en su calidad de profeta y durante un
tiempo muy limitado por comparación (610-632). Según el Corán, el (Kitab) el
(libro) en Arabí al Corán Al- Karim (القران الكريم), está constituido por la Torá, los Salmos y el Evangelio, este
último transmitido a Jesús. Estas escrituras constituyen ciclos proféticos cuya
cadena se completa hasta terminar en la escritura por excelencia, el Corán. [3]
En el Islam solo hay una escritura eterna, emanada
de Dios, revelada en el transcurso de los tiempos a ciertos grandes profetas: a
Moisés bajo la forma de la Torá (en líneas generales, el Pentateuco), a David
por medio del zabur (los Salmos), a Jesús por el inyil o Evangelio y finalmente
a Mahoma por el Corán, todos ellos dictados por Dios.
El Nacimiento de María:
La excepción del Corán sobre
Jesús comienza con la concepción de su madre, María. La mujer de Imran, la madre
de María, prometió dedicar a su hija al servicio de Dios en el templo. Zacarías
se hizo cargo más tarde de ella. Cuando le preguntaba cómo la obtenía, ella
respondía siempre que era de Dios. Los versículos del Corán dicen: "Cuando la
mujer de Imran dijo: « ¡Señor! Te ofrezco en voto, a Tu exclusivo servicio, lo
que hay en mi seno. ¡Acéptamelo! Tú eres Quien todo lo oye, Quien todo lo
sabe".
Y cuando dio a luz a una hija,
dijo: « ¡Señor! Lo que he dado a luz es una hembra -bien sabía Alá lo que había
dado a luz - y un varón no es igual que una hembra. Le he puesto por nombre
María y la pongo bajo Tu protección contra el maldito Demonio, y también a su
descendencia». Su Señor la acogió
favorablemente, la hizo crecer bien y la confió a Zacarías. Siempre que
Zacarías entraba en el Templo para verla, encontraba sustento junto a ella.
Decía: «María!, ¿de dónde te viene eso?» Decía ella: «De Alá. Alá provee sin
medida a quien Él quiere». (3:35- 37.)
María vivía en el templo en un lugar que el Corán
designa como mihrab o santuario. El mihrab es, en un Templo, el lugar hacia
donde se dirige la oración. María solo abandonaba el templo durante sus reglas.
Cuando Zacarías se sintió muy viejo pidió a su sobrino José, modesto carpintero
y primo de María, que se ocupara de ella. Todos veían en José el futuro (jatib)
o prometido de María. Esto dice la tradición porque el Corán no cita a José.[4]
La azora 19 se tituló Mariam, nombre árabe de
María, que es Miryam en hebreo y arameo. Esta azora tiene 98 versículos, todos
revelados en la Meca salvo los números 85 y 71, revelados en Medina.
Atributos de María en el
Corán:
El Corán es muy generoso con la madre de Jesús, por
la que no disimula en modo alguno su admiración, reparando en todas aquellas
virtudes que señalan sobre la misma los Evangelios. Y entre ellas las
siguientes:
Escogida por Dios. Le
dice el Arcángel Gabriel en el Corán « ¡María! Alá te ha escogido y purificado.
Te ha escogido entre todas las mujeres del universo (3,42).
Receptora del espíritu
de Dios. ”Infundimos en ella de Nuestro Espíritu” (21,91). También “María……………….. en
la que infundimos de Nuestro Espíritu”. (66.12).
Modelo para la humanidad. Dice de María Allah “hicimos de
ella y de su hijo signo para todo el mundo” (21,91).
Virginidad. Evoca el
Corán: “Y a María, hija de Imran, que conservó su virginidad………..”(66.12).[5]
María
es, sin embargo, el único nombre de mujer que aparece en el Corán y en él se
cita explícitamente 34 veces y directa o indirectamente 70 veces y en los
cuatros evangelios sólo 17 (12 veces Lucas, 4 Mateo y 1 Marcos) siempre de
forma respetuosa y delicada.
- María en el mundo musulmán:
María es conocida en el mundo musulmán como “Azra
Maryam”, la virgen María exactamente igual que en el mundo cristiano. En igual
sentido nos explica el evangelista Lucas: “Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue
enviado de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret. A una virgen
desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David: y el nombre de
la virgen era María.” (L.c 1, 26-27)[6].
La veneración
que el mundo musulmán tiene por María se observa, en primer lugar, en el empleo
frecuente de Maryam como nombre propio de mujer. Un musulmán que haya meditado
sobre el misterio de María no pronuncia jamás su nombre sin un profundo respeto
para la que Dios eligió y purificó como dice el versículo 42 de la azora 3 entre
todas las mujeres.
Hay tres mujeres ilustres que han marcado
profundamente las tres religiones del libro: Fátima, la hija del profeta
Muhammad; Jadiya, su primera esposa; y Asia, esposa del Faraón y protectora de
Moisés. Ellas, con María, son para Dios seres predestinados, signo de Dios (ايه) que han marcado profundamente las tres religiones reveladas.[7].
La filosofía de la virgen María es la misma a la
que aspira la mujer musulmana en su vestimenta y comportamiento, la cual es
pureza, claridad, castidad, velo, devoción y súplica.[8]
María aparece más integrada en la obra de Dios. Su
destino es ser un lazo de unión entre la espiritualidad cristiana y la
espiritualidad musulmana. Dice el versículo 43 de la azora Imran: “oh, Mira: sé
devota, prosterna te e inclínate con los que se inclinan”. Según la tradición,
María estaba en oración tanto tiempo que sus piernas se hinchaban y sus pies se
cubrían de escamas purulentas.
La importancia de María en el Islam está subrayada
por el hecho de que la sura del Corán (19
la zura de María), que relata la Anunciación y la Natividad, se designa
por ese nombre. He aquí el pasaje principal:
"Mencionada María en el Libro. Ella dejó su
familia y se retiró en un lugar hacia Oriente. Colocó un velo entre ella y los
suyos. Nosotros le hemos enviado nuestro Espíritu; él se presentó ante ella
bajo la forma de un hombre perfecto. Ella dijo: « ¡En el Clemente me refugio
contra ti, si eres piadoso! Él dijo: «Yo soy el enviado de tu Señor para darte
un hijo puro». Ella dijo: « ¿Cómo tendré yo un hijo? Ningún hombre me ha tocado
nunca y yo no soy disoluta». El dijo: «Es así: Tu Señor ha dicho: Eso es fácil
para Mí. Haremos de él un Signo para todos los hombres, una misericordia venida
de Nosotros. El decreto es irrevocable» (v, 18 a 20.)
"Ella
quedó encinta del niño y después se retiró con él en un lugar alejado. Los
dolores la sorprendieron cerca de un tronco de palmera. Ella dijo: «
¡Desdichada de mí! ¡Ojalá hubiera muerto antes de esto y estuviese
completamente olvidada!». Gabriel que se encontraba a sus pies le dijo: « ¡No
te entristezcas! Tu Señor ha hecho surgir un arroyo a tus pies. Sacude hacia ti
el tronco de la palmera: caerán dátiles frescos y maduros. Come, bebe y
tranquilízate. Cuando veas a algún mortal, dile: «Yo he hecho voto al Clemente
de ayunar. Hoy no hablaré a ningún humano» (v, 23 a 26)
Bibliografía:
A. Las fuentes sagradas:
- Biblia
de Jerusalén, edición 1975, Categoría. https://es.wikisource.org/wiki/Biblia_de_Jerusal%C3%A9n,_Edici%C3%B3n_1975
la última visión 16-03-2016.
-El Sagrado Corán, Èulogos 2007: http://www.intratext.com/x/esl0024.htm
la última visión en 16-03-2016.
B.
Referencias:
Antequera, Luís. Jesús en el Corán, primera edición, España: la Biblioteca
islámica de Madrid, 2006.
Ghadiri Abyaneh,
Muhammad Hassan. Esto es el Islam,
con la colaboración de Habellyno Ricardo Pérez, República Islámica de Irán,
wwwIslamoriente.com, segunda edición, 2010.
Martínez, Fernando
Valderrama. “Las figuras de Jesús y de la Virgen María en el Islam”, Localización: España y el Norte de África: bases históricas de una relación
fundamental: aportaciones sobre Melilla / coord. Por Manuel Olmedo Jiménez Vol. 1, 1987, págs. 251-260.
[1]Antequera, Luís. Jesús en el Corán, primera
edición, España: la Biblioteca islámica de
Madrid, 2006, p. 250.
[2] Ibidem,
p.251.
[3] Ibídem, p.
252.
[4] Ibídem, p.
253.
[5]Valderrama Martínez, Fernando. “Las
figuras de Jesús y de la Virgen María en el Islam”, en Jiménez, M. (coord.) España y el norte de África,
Vol. 1, Melilla, 1987. Pp. 122-123.
[6] Ibídem,
p. 124.
[7] Valderrama Martínez,
Fernando. Op. Cit, 253.
[8]Ghadiri Abyaneh, Muhammad Hassan. esto es el Islam, con la colaboración de
Habellyno Ricardo Pérez, República Islámica de Irán, wwwIslamoriente.com,
segunda edición, 2010, p. 52.
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